La ermita de San Mamés fue construida entre los siglos XII y XIII como iglesia parroquial de un municipio actualmente desaparecido. Debido al desplome de la nave central, de la construcción original sólo queda la cabecera, cerrada con piedra para permitir su actual uso. Eso explica la planta tan característica de la ermita.
De nuevo, se trata de una fotografía en una noche con mucha luna. No es algo que me guste, porque obliga a tener más cuidado con los encuadres intentando no ensuciar la composición con elementos indeseados. En las noches sin luna esto no suele suponer un problema, pues es suficiente con no iluminarlos.
El esquema de iluminación para esta fotografía fue el siguiente:
- Luna (al 60%) como iluminación principal. Como se puede ver, su posición estaba 45º a la derecha de la cámara, iluminando lateralmente la pared de entrada y resaltando así sus texturas.
- Iluminación con la linterna LED cálida desde la derecha, para contrastar con la iluminación fría de la luna. Esta iluminación también permitió aportar texturas en una pared iluminada frontalmente por la luna y, por tanto, sin detalle.