El mercado de los trípodes ligeros, con usos más diversos que únicamente los viajes, es muy complejo. No solo porque hay muchas marcas y modelos peleando por ser los vencedores, sino porque se trata de encontrar un trípode pequeño y ligero, pero que sea robusto y lo suficientemente alto desplegado. Ah, y que además no tenga un precio muy elevado.
En esta review te daré mis impresiones del Ulanzi Zero Y, que no sé si será perfecto pero desde luego está muy cerca…

Antes de seguir, tengo que decirte que Ulanzi me proporciona material como parte de una colaboración, pero he sido yo el que ha pedido este trípode en concreto. Había oído hablar muy bien de él y sus características me parecían perfectas para lo que yo buscaba. Aunque me han pedido hacer esta review, no ha habido ninguna indicación o limitación para redactarla, ni tampoco han revisado la entrada antes de publicarla.
Características generales
Vamos a empezar por las características que definen a este trípode. Está hecho de carbono, con un peso total de 1.1 kg y una altura plegado de 40 cm. Son las especificaciones perfectas para aquellos que necesiten un trípode compacto y ligero.
Gracias a sus cinco secciones podemos conseguir una altura de 157 cm extendiendo la columna central o hasta los 133 cm sin extenderla. Una altura muy buena para la mayoría de las situaciones. Además, tiene una altura mínima, con las patas abiertas, de solo 15 cm.
El peso máximo soportado por la rótula es de 5 kg, aunque la marca recomienda trabajar con equipos de 3 kg. Yo lo he probado con una Sony A7II junto con un Sony 70-200 mm f/4.0, que alcanzan casi 1.5 kg, y el conjunto funciona perfectamente.
Dicho lo importante, vamos a verlo en detalle.
¿Qué incluye la caja?
Lo primero es lo que incluye la caja: el trípode con la rótula, junto con unas puntas metálicas para sustituir las puntas de goma que vienen ya en el trípode.
Y todo ello dentro de una bolsa gris con bastante estilo, para lo que suele ser habitual en los trípodes (se nota que es un producto de gama alta).

Las patas
El Ulanzi Zero Y tiene patas fabricadas en carbono, con cinco secciones, de 25.5, 22, 18.5, 15 y 12 mm de diámetro. El bloqueo y desbloqueo se hace mediante pestañas que tienen una sensación muy sólida.
Además, y mediante las habituales pestañas en la parte superior de cada pata, podemos modificar el ángulo de apertura de cada una de ellas: 20º (posición habitual), 55º y 75º. En esta última posición, y con todas las patas plegadas, conseguimos una altitud de 15 cm.
Las alturas con las patas en la apertura habitual (20º) son las siguientes:

La rótula
¿Y cómo consiguen un tamaño y un peso tan reducido? Gran parte es culpa del material con el construido. El carbono ayuda a aligerar el conjunto, a costa de subir el precio.
Pero otra parte del mérito es de la rótula, diferente de las habituales.
En una rótula de bola, lo normal es que la bola esté “abrazada” por una estructura que se enrosca en la parte superior del trípode, donde se unen las tres patas. Y sobre esa bola tenemos la zona donde colocaremos nuestra cámara. Al desbloquear la rótula, la bola gira sobre el soporte.
Este trípode tiene una rótula de bola invertida. La bola está situada en la parte central del trípode, como continuación de la columna central. Sobre la bola tenemos la estructura que la abraza, que en este caso es la parte móvil, donde colocaremos la cámara mediante una zapata Arca-Swiss.
En la imagen siguiente está la columna central ligeramente levantada, para que puedas ver la bola (en gris) anclada a la columna central, así como la zona de la zapata.

Gracias a este sistema, la bola se puede situar muy abajo, haciendo que el tamaño que ocupa la rótula sea muy pequeño.

La forma de bloquear y desbloquear la bola no es con una palomilla o una rosca, como suele ser habitual, sino que tenemos una palanca en un lateral del trípode.
En la imagen de arriba puedes la palanca plegada (en gris), bloqueando la bola. En la imagen inferior puedes ver la palanca abierta, liberando el movimiento de la bola.

Al ser un sistema en el que la bola queda escondida entre la unión de las patas, el giro de picado y contrapicado que tenemos inicialmente es limitado (en la imagen superior puedes ver el ángulo máximo que podemos girar).
Si ese ángulo no es suficiente, podemos subir la columna central ligeramente para poder ampliar el giro. En las imágenes siguientes puedes ver la altura que necesitamos subir la columna para poder poner la cámara completamente vertical, y cómo queda al girar la bola.


En la rótula tenemos también una rosca para fijar la zapata a la rótula y una palomilla para liberar el giro de la zapata sobre la rótula.
Esta palomilla, que se puede extraer ligeramente para recolocarla antes de seguir girando (ideal para cuando nos choca con parte del equipo), nos permite girar el equipo sobre la base de la zapata. Además, tenemos toda la circunferencia graduada para girar la cámara de una forma más precisa.

Por último, en la zona de la zapata tenemos un nivel de burbuja. Eso sí, el nivel se tapa si la zapata es muy grande. Con el anillo giratorio de Ulanzi yo no tengo problema (puedes comprobarlo en la imagen siguiente, en la que la zapata del anillo está incluso desplazada hacia delante, y aún así la burbuja queda visible), pero si tienes una placa en L o una zapata muy grande y necesitas colocar la base completamente nivelada, tendrás que hacerlo antes de colocar la cámara.

Habitualmente sería más interesante si el nivel de burbuja estuviera en la base de la rótula, junto a la unión de las patas, para tener la base nivelada al hacer una panorámica. Como eso no podemos hacerlo, por estar la bola invertida, tiene más sentido que esté colocada ahí.

El bloqueo de la rótula tiene un pequeño problema, pero pasará totalmente desapercibido en el 95% de las situaciones. Al cerrar la pestaña para bloquear la rótula, la cámara cabecea ligeramente. No es porque la rótula tenga una holgura y le afecte el peso de la cámara y el objetivo, porque ese movimiento es gradual según vas cerrando la pestaña y, si la vuelves a abrir, la cámara recupera la posición inicial. Seguramente sea motivo de la fricción interna del mecanismo que bloquea la bola.
En cualquier caso, con un objetivo gran angular no es apreciable. No lo he detectado hasta usar un tele de 200 mm. No obstante, el movimiento es muy muy pequeño aún encuadrando con esos 200 mm.
Columna central
Tiene una columna central que, extendiéndola completamente, incrementa en 24 cm la altitud del trípode.
En la parte inferior tiene el clásico gancho para colocar peso y aumentar la estabilidad del trípode. Es un sistema que no recomiendo usar, porque con ráfagas de viento puede hacer que introduzca vibraciones o incluso que con el balanceo acabe golpeando las patas del trípode. Más abajo te cuento el método que uso yo.

Además, la columna es reversible por si necesitas colocar la cámara muy próxima al suelo.
La columna central está dividida en dos secciones. La inferior, más alargada que la superior, se puede retirar dejando únicamente la columna necesaria para poder subir ligeramente la rótula y colocar la cámara en vertical.

Para quitar esa sección necesitaremos desenroscar el gancho de la columna central, puesto que en su extremo opuesto tiene una llave para quitar el tornillo que une esta sección a la parte fija de la columna. Gracias a esa misma herramienta podremos apretar también los tornillos del trípode y la zapata a la cámara.
Estabilidad
La estabilidad dependerá de los movimientos propios del trípode (holguras, pandeos, etc) y de su ligereza.
En este caso, el conjunto es muy sólido y robusto, y no hay problemas de patas que pandean, que terminan de asentarse correctamente o de holguras en alguna de las uniones.
Respecto a la ligereza, obviamente no va a tener la misma estabilidad que un trípode más pesado, y será más fácil que se mueva, pero no se puede tener todo.
Además, para solucionarlo puedes optar por una bolsa para colocar entre las patas y añadirle peso cuando llegues a la localización. Llevo usando ese método desde hace unos años y es increíble la estabilidad que puedes ganar colocando algunas piedras sobre la bolsa (en la que también puedes dejar el intervalómetro, linternas o cualquier accesorio que no quieras dejar en el suelo o que necesites tener a mano). Un sistema mucho mejor, para mi gusto, que colgar peso del gancho central.
Y como siempre, si quieres minimizar cualquier movimiento debes evitar subir la columna central. Lo primero que hecho ha sido quitar la sección inferior, porque no la voy a usar (aunque es más psicológico que otra cosa, porque no ahorro casi nada de peso).
Otra medida para mitigar los problemas de estabilidad, que vale tanto en este trípode como en cualquier otro, es extender primer las secciones superiores de las patas, las de mayor diámetro, y dejar para el final las inferiores, que son las más finas y que más problemas nos pueden dar.
¿Panorámicas?
Y ahora viene el que, para mí, es el mayor problema de este sistema de rótula de bola invertida (no es un problema insalvable, pero nos quitará tiempo). Al estar la bola en la parte inferior, no tenemos la opción de rotar la rótula al completo sobre el eje vertical, que es la forma más sencilla de hacer panorámicas (más adelante veremos que se puede rotar la zona de la zapata sobre el eje vertical).
Esto se podría conseguir si la columna centra tuviera una sección circular, pero complicaría la fijación y sería más fácil que tuviera pequeños movimientos aun estando bloqueada.
El sistema de liberación del eje vertical en la base de la zapata, que cada vez lo tienen más trípodes, nos ayuda a hacer panorámicas…pero solo en casos muy concretos. Si la zapata no está completamente horizontal, el giro que hagamos gracias a esa palomilla será en un plano inclinado, por lo que tendremos que recortar la panorámica y perder zonas que pueden ser valiosas.
En resumen, si la panorámica tiene el horizonte centrado podremos usar la liberación del eje vertical junto a la zapata. Si no es así, podemos usar ese sistema (sabiendo que tendremos que recortar la panorámica cuanto mayor sea la inclinación de la rótula) o el tradicional método de liberar completamente la rótula para ir al siguiente encuadre, cuidando que el horizonte esté siempre al mismo nivel (y evitar tener una panorámica a escalones) y que cada foto esté horizontal.
Accesorios
Por si necesitas sujetar algún otro elemento, como un panel de iluminación o un móvil, junto a la base de la rótula tiene una rótula de 1/4, justo entre dos de las patas.

Conclusiones
Siempre estamos en la búsqueda del trípode ideal (que no existe, porque cada situación requiere características diferentes), y he probado muchos trípodes ligeros, tanto para usarlo en los viajes y, sobre todo, como segundo trípode cuando voy a hacer fotografía nocturna (ya sea para dejar trabajando un segundo cuerpo o para grabar el vlog).
El Ulanzi Zero Y es, sin duda, el mejor trípode ligero que he probado. Y aún me cuesta creer que un trípode tan ligero (te recuerdo que pesa 1.1 kg) tenga la robustez que tiene. Por tanto es perfecto para viajes, excursiones por la montaña o como segundo trípode.
El precio ronda los 300 €. Aunque a priori puede parecer alto, es un accesorio que nos va a durar mucho tiempo y que, si lo piensas fríamente, debe soportar nuestro equipo. Además, y como decía al principio, conseguir un trípode robusto, compacto, ligero y con un precio bajo es imposible. Para mí, vale lo que cuesta.
Para mí, el mayor problema es el no poder rotar sobre el eje vertical para hacer panorámicas. En fotografía diurna no será mayor problema, porque es fácil coger referencias para evitar subir o bajar el horizonte en cada toma. En fotografía nocturna habrá que tener mucho cuidado.
Tiene un tamaño muy pequeño plegado. Tanto es así que apenas sobresale en el lateral de una mochila de fotografía con un tamaño habitual, así que es perfecto para llevarlo durante todo el día, ya sea en el lateral o incluso dentro de la propia mochila, si quieres pasar más desapercibido en la ciudad.
