
Esta encina, al igual que la primera de la serie, es otra localización de las que por tener cerca de casa y con un fácil acceso, vas dejando para ocasiones posteriores…que nunca llegan. En esta ocasión se trató de un plan B, realizado después de que la primera idea no pudiera llevarse a cabo.
Se trata de una fotografía sencilla de ejecutar, tanto por la composición como por la iluminación, pero un buen ejercicio para practicar con la teoría del color, gracias a los diferentes tonos existentes.
A la hora de encuadrar, y considerando la inclinación de la vía láctea, opté por que el árbol quedara en la parte izquierda, dejando la vía lactea a la derecha para cerrar la foto por la parte superior y además equilibrar la composición.
Por otro lado, y para sacar el máximo partido a la vía láctea, subí el ISO hasta 6400. Al emplear un ISO tan alto tuve que reducir el tiempo de exposición para evitar que la contaminación lumínica de la sierra de Madrid (tanto en la parte anterior como posterior a ésta) fuera muy elevada. Además, esto permitió mantener algo de textura en las pocas nubes que había esa noche, pero que le dan ese color naranja que contrasta con el azul del cielo y el verde de la encina.
El esquema de iluminación para esta fotografía es bastante sencillo:
- Iluminación con linterna LED cálida desde la derecha, para sacar toda el volumen posible del árbol. Se escoge este lado para iluminar con el fin de que la luz parezca provenir de la vía láctea.
- Con la misma linterna, y también desde la derecha, iluminación rasante para sacar textura en el suelo.