
Cuando salgo a hacer fotografía nocturna me centro en lo que estoy haciendo, olvidándome de todos los problemas que haya tenido a lo largo de la semana, incluso del frío de la noche o del cansancio. Se ha convertido en un refugio, mi refugio nocturno. Creo que es algo que, en mayor o menor medida, nos pasa a todos los fotógrafos nocturnos.
En esta ocasión os traigo la fotografía de un chozo, una de esas construcciones tan típicas de nuestra geografía, empleadas por los pastores y agricultores para pernoctar junto al rebaño o protegerse de las inclemencias del tiempo durante las labores propias del campo.
Después de las pruebas con la Sony A7 II y el Canon 17-40L (Luces del último oficio), llegaba el turno de ver que tal se comportaba con el Samyang 14 mm. La verdad es que el comportamiento fue bastante bueno, igual al que hubiera podido obtener con la Canon 6D. El único problema, consecuencia de poner un adaptador entre objetivo y cuerpo, es que la escala de distancias de enfoque del objetivo deja de ser utilizable, por lo que el empleo de la hiperfocal se complica. Más adelante os contaré como se puede solucionar este problema (sobre todo con objetivos sin enfoque automático) de una forma muy sencilla.
El esquema de iluminación para esta fotografía fue el siguiente:
- Linterna Yezl T9 desde la izquierda como iluminación principal.
- Iluminación interior con flash filtrado con gel CTO y disparado de forma inalámbrica.
En este caso, para conseguir el cielo de color azul elegí un balance de blancos frío (3000ºK), por lo que fueron necesarios dos geles CTO para compensar el filtro frío que se había seleccionado en la cámara y conseguir un tono anaranjado en la entrada al chozo. Si queréis saber más acerca de balances de blancos y los filtros a usar en las linternas y flashes para conseguir tonos cálidos o fríos, echa un vistazo mi libro gratuito de fotografía nocturna.