Los Mallos de Riglos, en la provincia de Huesca, son unas impresionantes paredes que alcanzan hasta 300 metros de altura, siendo un paraíso para los amantes de la escalada. Mientras estaba por la zona pude ver numerosos grupos de escaladores, incluso algunos de ellos escalando de madrugada, provistos de frontales. Además, el río Gállego y sus aguas bravas, que serpentean a su paso bajo los Mallos, son un lugar perfecto para la práctica del rafting. Ambos, mallos y río, forman un precioso paisaje, contemplado por muchos turistas que se detienen en cualquiera de los miradores que hay a lo largo de la carretera de Murillo de Gállego.
Antes del anochecer me acerqué a la zona para comprobar posibles encuadres y diferentes puntos de vista. De entre todos lo miradores que hay en la carretera, sólo desde el que hice la foto se puede ver el río alcanzando los Mallos, algo que desde mi punto de vista mejora la composición puesto que ayuda a leer mejor la fotografía. Por supuesto, aproveché para hacer alguna fotografía del atardecer, aunque faltaron algunas nubes para dar color al cielo… Una pena!
Además, utilicé la realidad aumentada en modo noche de Photopills para comprobar la composición con la Vía Láctea y encontrar el momento adecuado para hacer la foto que tenía en mente. La fotografía final fue tomada unas horas antes de lo que aparece en la captura de pantalla de Photopills (4:07), buscando que la diagonal de la Vía Láctea fuera paralela a la de la línea de las montañas.
Volviendo a la nocturna, la fotografía está compuesta de dos tomas: una para la parte inferior (ISO 1600 y 235 segundos) y otra para el cielo (ISO 6400 y 20 segundos). Con esto consigo estrellas puntuales empleando un tiempo de exposición corto, y la parte del suelo con menos ruido al bajar el ISO de 6400 a 1600, pues no hay problema en emplear un tiempo de exposición prolongado. Los parámetros comunes para ambas tomas son Sony A7II, Sony 16-35, 35 mm, f/2.8.
La iluminación de los mallos es debido a la contaminación lumínica del pueblo situado a sus pies, Las Peñas de Riglos. Por suerte, el alumbrado público son luces LED, por lo que su temperatura de color es fácil de corregir.