Seguro que este verano habéis notado más vegetación de lo normal en vuestras localizaciones debido a las lluvias caídas durante todo el invierno y la primavera. Es algo que no me afectó en exceso en mi anterior fotografía (Lo que pudo ser), pero que hizo que tuviera que modificar mi idea inicial para la localización que os muestro hoy puesto que la vegetación cubría por completo la vía. Por ese motivo, en el time-lapse que acompaña la entrada ni se me ve iluminando ni se puede observar la posición de la cámara, como si ha ocurrido en otras entradas del blog.
El apeadero de Malanquilla, protagonista de esta foto, formó parte de la línea Santander-Mediterráneo, una de las mayores obras de ingeniería del siglo XX y hoy repleta de apeaderos y estaciones abandonadas.
En esta ocasión la iluminación fue la siguiente:
- Iluminación lateral desde la izquierda y de relleno desde la derecha con linterna de led cálida.
- Iluminación interior del apeadero con flash filtrado con gel CTO y disparado de forma inalámbrica.
Como curiosidad, a mitad de la sesión me di cuenta de que el piloto indicador de la carga del flash (que estaba colocado en el alfeizar de la segunda ventana empezando por la derecha) contaminaba la pared del saliente próximo a ella (a pesar de no ser una luz potente, hay que tener en cuenta que está “iluminando” durante los 60 segundos de exposición), por lo que tuve que modificar su posición (00:20 en el time-lapse) y desechar todas las fotografías anteriores.
Os dejo el time-lapse con el proceso: