La idea de esta foto surgió cuando buscaba una imagen para poner en el apartado “Sobre mí” de mi página web. No quería el típico retrato así que, después de darle unas cuantas vueltas, se me ocurrió hacer un juego con el objetivo y el ojo, pero yendo más allá de la foto en la que se utiliza un objetivo a modo de periscopio. La idea final fue sustituir la pupila y el iris del ojo por un diafragma.
Gracias a una antigua cámara que tengo en casa (una Canon AV-1), pude sacar una imagen de un diafragma más o menos limpia (resultó complicado evitar los reflejos del flash en el cristal). Girando el objetivo en la bayoneta se consigue que el diafragma se abra o se cierra. El truco es buscar una apertura suficiente para que encaje con el tamaño de la pupila, de tal forma que se continúen viendo las laminillas del diafragma y que éstas cubran el iris por completo.
El siguiente paso era más fácil, sacar una imagen de un ojo. Tras algunas pruebas, para conseguir que el destello del flash aportara volumen, conseguí la imagen que buscaba.
El resto del trabajo consistió en revelado con lightroom y fusionar las dos imágenes con PS.
Este es el resultado (perdonad por la marca de agua):